La caléndula es una planta con propiedades medicinales antiinflamatorias, reparadoras, cicatrizantes y antisépticas. Su uso tópico por lo general presentado en jabón, barra de labios o crema de caléndula es ideal para el cuidado diario en cara y cuerpo. Sin embargo, una forma adicional de aprovechar sus propiedades y diversificar sus beneficios es al ser ingerida como infusión.
Los beneficios de la caléndula en forma de infusión
Las hojas y flores de ésta planta secas introducidas en agua caliente pueden ayudar primordialmente a combatir la gastritis, la inflamación estomacal o las ganas de vomitar, no obstante su utilidad es mucho más variada:
- Es una buena bebida para reconfortar el estómago en caso de indigestión, úlceras o cólicos causados por la menstruación.
- Es estimulante de la actividad hepática, especialmente de la secreción biliar indicada en casos de insuficiencia o congestión hepática.
- Es cicatrizante de úlceras estomacales y duodeno. En este caso, conviene tomar la infusión después de las comidas o cuando existe pirosis (acidez que suele llevar al reflujo).
- Es coadyuvante en caso de conjuntivitis. Se aplica por medio de compresas con agua de caléndula humedeciéndose los parpados y dejándolas actuar por 15 minutos. Nunca aplicarla directamente en los ojos.
- Previene la gripe, el resfriado o el catarro ayudando a subir las defensas.
- Es efectiva para el tratamiento de lombrices intestinales.
- Y finalmente es una bebida tranquilizante que junto con la melisa, el romero, la raíz de valeriana y la camomila ayuda a dormir y calmar los nervios, disminuye la irritabilidad o el estado de tensión.
Como infusión que es, es de fácil preparación. Se vierte una cucharada de pétalos secos en 150ml de agua hirviendo y se deja reposar durante 10 minutos aproximadamente . Su toma puede ser de hasta tres veces al día. Disfruta ya de los magnificos beneficios de este producto.