Aceite de argán
El aceite de argán, originario del Marruecos, es reconocido hoy con el nombre de ¨oro líquido¨ gracias a sus altos niveles de ácidos grasos, vitamina E y F y sus beneficios como regenerador celular. Su base fundamental, extraída de las semillas, es utilizada para uso cosmético, terapéutico y alimentario.
Diversos tratamientos corporales lo emplean para combatir el paso de los años y los efectos del clima en la piel o para cualquier alteración como quemaduras, grietas o eccemas. Alivia el dolor en las articulaciones y es muy popular en los masajes corporales.
Uso cosmético y beneficio superficiales
Cabello sano
Nutre e hidrata de forma natural el cabello y el cuero cabelludo. Es muy eficaz contra posibles irritaciones cutáneas y el encrespamiento producido por un pelo áspero, quebradizo y rebelde. No deja sensación grasosa, por lo que permite un cabello naturalmente brillante y sedoso.
Piel tersa e hidratada
Éste aceite también se puede utilizar como cosmético fácilmente gracias a sus beneficios. Trata en profundidad las arrugas superficiales, hidrata y da protección a la piel gracias a sus grandes niveles de vitamina E (antioxidante) que ayudan a combatir los radicales libres. Sus ácidos grasos a su vez impiden la pérdida de elasticidad, reducen inflamaciones y tensan la piel de forma natural. Disimula las pequeñas imperfecciones y es un buen tratamiento contra las manchas visibles dejadas por el acné, secuelas de la viruela y otras marcas de estiramiento.
Uñas sanas
Regenera y endurece las uñas de pies y manos. Es excelente contra la sequedad y las grietas pues la piel la absorbe fácilmente generando una película protectora. Evita igualmente posibles enrojecimientos, procesos de dermatitis o descamaciones.
Uso terapéutico y alimenticio
Es utilizado en la cocina, no solo por el ligero sabor y aroma a nuez que desprende el alimento, sino también por su alto valor nutricional. Compuesto por grasas monoinsaturadas (omega 9) ayuda a reducir el colesterol y a fortalecer el sistema cardiovascular.
Adicionalmente, aun cuando faltan pruebas científicas, parece que ayuda a mejorar la circulación, refuerza el sistema inmunológico y posibilita la estabilización de azúcar en la sangre. Puede ayudar a prevenir la aterosclerosis, el reumatismo o la artritis e incluso reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Referencias sobre el uso cosmético, terapéutico y alimentario del aceite de argán:
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